La cocina fue el espacio del hogar donde se desenvolvía con mayor frecuencia la vida íntima del campesino y su familia. Al calor de la madera, encendida para la preparación de los alimentos, se reunía la parentela tras la jornada de trabajo. Muchos fueron los utensilios destinados a preparar, conservar y almacenar los alimentos. Este conjunto se acompañaba de mobiliario básico, como una mesa de diario y sus sillas.