Reseña
En este estudio presentamos cuatro pinturas sobre cobre de ascendencia flamenca, una de ellas firmada por Willem van Herp (1614-1677), a quien también atribuimos las restantes. Obras tal vez de la segunda mitad del siglo XVII e inspiradas en Rubens y Teniers el Viejo que, en su mayoría, pertenecieron a Eusebio Lillo y hoy se custodian en el Museo O’Higginiano y de Bellas Artes de Talca (Chile). Dos pequeñas pinturas, Las tentaciones de San Antonio Abad y María Magdalena penitente, podrían hacer pareja por sus tamaños y temáticas moralizantes y piadosas –no así las otras dos obras, Parábola del banquete de bodas y Obras de la misericordia–, algo a lo que no eran ajenos los talleres flamencos que, a menudo, realizaban series con diversas narraciones. Las de menor tamaño representan a dos figuras humanas quienes aparecen de cuerpo entero y en formato vertical; mientras que las de mayor aparato desarrollan sus escenas horizontalmente y versan a nuestro parecer sobre cuestiones corporales y espirituales. Pasajes de las Sagradas Escrituras que se recogen convenientemente tanto en Mt 22: 1-14, Lc 14: 15-24 y Tm 64, como en Mt 6: 2-4, Mt 25: 31-46, Tb 4: 5-11 y Si 17: 22, respectivamente, y en los que se inspiraron su autor o autores.