En el estudio interdisciplinario "De cobres, colores y valores. Resignificación y restauración de cinco pinturas sobre láminas de metal", centrado en cinco obras religiosas holandesas, concluyó que una de ellas conocida comúnmente como Azotados por el hambre correspondía a las siete obras de la misericordia, que forma parte constituyente de la doctrina católica y que en el Concilio de Trento celebrado entre 1545 y 1563 dictaminó que habían siete acciones que debían practicarse para ayudar al prójimo en sus necesidades corporales: 1) Dar de beber al sediento, 2) dar de comer al hambriento, 3) dar posada al peregrino, 4) enterrar a los muertos, 5) vestir al desnudo, 6) visitar a los encarcelados, y 7) visitar y cuidar a los enfermos.